23 de abril de 2015

Eventos accesibles para discapacitados

Actualmente, las personas con discapacidad tienen mayor presencia en la vida social y profesional. Se trata de un colectivo amplio que debe ser integrado en todos los ámbitos de la vida cotidiana y, como organizadores de eventos, debemos aplicar las medidas necesarias para satisfacer sus necesidades.

Cuando organizamos eventos que cuentan con la asistencia de personas discapacitadas, debemos contar con un espacio que esté adecuadamente preparado para responder a sus necesidades.

En este sentido, cabe mencionar que las discapacidades se pueden clasificar en tres niveles:

  1. Nivel físico: hacen referencia a las barreras arquitectónicas y obstáculos que impiden acceder y circular libremente por el espacio: entradas y salidas, escaleras, puertas, desniveles, etc.
  2. Nivel comunicativo: se trata de los sistemas de señalización, formas de transmitir los contenidos del evento, servicio de catering, etc., tanto a nivel auditivo, visual o espacial.
  3. Nivel social: consiste en la necesidad de la integración, de actuar con un trato normalizado que rompa con los estereotipos, la discriminación o la compasión. 

Claves para preparar el espacio:

  • Buena iluminación, evitando grandes contrastes de luz entre el exterior y el interior del recinto, para facilitar la adaptación de personas con dificultades visuales.
  • Pavimentos antideslizantes.
  • Bajo relieve de los suelos.
  • Los felpudos y alfombras han de estar correctamente insertados en el suelo.
  • Los suelos han de sestar hechos de un recubrimiento que permita el sonido o el eco al andar sobre ellos, ya que facilitan la percepción auditiva de los discapacitados visuales.
  • Todos los desniveles han de ser corregidos con rampas suficientemente anchas y de baja inclinación. En caso de varios pisos, será necesario un ascensor amplio, rampas mecánicas  o plataformas elevadoras eléctricas sobre los escalones.
  • Los ascensores han de contar con botones rotulados en relieve y con lenguaje braille. Además, deben poseer sistemas de información sonora y visual para indicar en qué planta se encuentran. 
  • El recorrido para acceder al recinto ha de estar claramente identificado a través de señalización y bordes marcados en el pavimento.
  • Evitar la presencia de huecos, zanjas o cualquier tipo de obstáculo.
  • Las puertas han de ser anchas y contar con un sistema de apertura adecuado. Si son transparentes han de estar llamativamente señalizadas para evitar accidentes.
  • Los pasillos han de ser lo suficientemente anchos y tener un ángulo de giro amplio.
  • Las ventanas han de estar completamente abatidas, ya que su posición intermedia constituye un obstáculo y, además, un peligro.
  • El mobiliario ha de estar correctamente distribuido: no se deberán ubicar elementos que entorpezcan el paso o sobresalgan de paredes sin la adecuada protección y aviso.
  • Los aseos han de estar habilitados para personas con discapacidad. El acceso a de ser amplio y fácil. La distribución interior ha de estar correctamente diseñada, disponiendo los elementos a la altura de las personas que usen silla de ruedas.
  • La climatización también debe ser regulada correctamente ya que los discapacitados físicos son más sensibles a las temperaturas por su movilidad reducida. Es necesario reservar plazas de aparcamiento para discapacitados, próximas a la entrada del recinto.
  • En un banquete, las mesas han de estar adecuadas a los discapacitados físicos. Se deben distribuir apropiadamente dejando suficiente espacio libre entre ellas. Han de estar a la altura correcta para que los usuarios de sillas de rueda puedan estar suficientemente cerca, así como estar sustentadas sobre una única pata central para que quede espacio libre para ubicar los pies o al perro guía en su caso. Han de tener una gran consistencia ya que muchas veces sirven de punto de apoyo.
  • Las sillas han de ser suficientemente amplias y contar con reposabrazos para facilitar el punto de apoyo para incorporarse o sentarse.
  • Han de ofrecerse puntos de información claramente identificables, con señalización acústica, visual y táctil. Ha de estar bien iluminado, ser accesible y ser de baja altura.
  • Debemos contar con personal que sirva como punto de apoyo para guiar, ofrecer información y supervisar que el espacio se encuentra correctamente habilitado y no se ha producido ninguna alteración.

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