Las tendencias en acreditaciones y control de accesos pasan por la radiofrecuencia, la identificación de huellas dactilares o reconocimiento facial. Las actuales tecnologías de control de accesos se basan en un sistema electrónico que registra la entrada y salida del asistente al recinto, marcando la hora, tiempo de permanencia, número de accesos y salidas, etc.
Al estar los asistentes identificados por un código único e intransferible, podemos conocer los datos en tiempo real y contrastarlos con nuestra base de datos para extraer diferentes estadísticas.
Estos sistemas han experimentado un avance tecnológico que supera la tradicional lectura de código de barras. Ahora se permite registrar los accesos a través de tarjetas de proximidad, huella dactilar o reconocimiento facial.
Los sistemas RIFD controlan el acceso de los asistentes a través de arcos de paso o terminales con radiofrecuencia que detectan las acreditaciones con chip que porta la persona. La utilización de este sistema agiliza las esperas ya que posee una elevada rapidez de lectura (hasta 60 acreditaciones por segundo). Además, suponen un ahorro en costes de personal que no tiene que vigilar y detener al invitado para leer su acreditación. Como inconveniente podemos mencionar que este método no permite detectar a los asistentes que no llevan acreditación. Pero como ventaja especial destacamos que este sistema también puede ser usado por los expositores para controlar el número de asistentes que accede a su stand.
Los sistemas biométricos de identificación por huella dactilar permiten el acceso a personas a las que previamente se ha otorgado autorización para ello. El reconocimiento de la huella es instantáneo y es una tecnología muy fiable y cómoda que evita tener que portar una tarjeta o memorizar contraseñas o pins. Además salva los problemas derivados del olvido de acreditaciones, duplicados de tarjetas o usos indebidos, etc.
El sistema Face2access se basa en la tecnología de reconocimiento facial en base a unas características que pueden ser el iris, la cara, la oreja, u otras fisonomías. Cuando el asistente se inscribe, sus rasgos se capturan a través de una foto que posteriormente es comparada en los puntos de acceso. Además, esta medida contribuye a reforzar la seguridad en eventos que así lo requieren.
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