El motivo por el cual celebramos un evento encuentra su origen
en los propios objetivos y necesidades de la empresa o entidad que lo promueve.
En una empresa o institución, la organización de eventos se
engloba dentro de una campaña de comunicación enfocada a conseguir unos
objetivos determinados. Por ejemplo, si nuestra empresa tiene como objetivo
aumentar las ventas, éste sería un motivo para participar en una feria o
celebrar un evento promocional.
Los posibles motivos que llevan a la celebración de un evento
atienden a diferentes objetivos y necesidades. Algunos de ellos pueden ser:
·
Mejora o posicionamiento de imagen de marca
·
Promoción de la empresa o un producto
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Necesidad de aumento de las ventas de la empresa
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Dar a conocer a la sociedad una información
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Necesidad de transmitir conocimientos
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Costumbre y tradición
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Por obligación o necesidad: que es inevitable
celebrar, como el nombramiento de cargos o el día de la fiesta nacional.
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Por reconocimiento o conmemoración
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Por aniversarios y efemérides
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Por inicio de actividades o inauguraciones
·
Para motivar a los empleados o a la sociedad
No olvidemos que la idea de celebrar un evento debe estar
debidamente justificada: no hagamos perder el dinero a nuestra empresa ni el
tiempo a nuestros invitados. No podemos celebrar eventos indiscriminadamente;
debemos asegurarnos que existen razones suficientes para hacerlo.
Nos encontramos en la fase en la cual debemos decidir si
organizamos el acto, analizando las razones por las que celebrarlo,
justificando su necesidad y conveniencia, para finalmente obtener las
conclusiones que nos llevarán a la toma de una decisión final.
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